Crónica de una pitada anunciada
Ahora que ha pasado tiempo, podemos ver con perspectiva lo que ha sucedido.
Ahora que ha pasado tiempo, podemos ver con perspectiva lo que ha sucedido.
Otra vez se sabía que pasaría, sería en las redacciones. Y se vería en los periódicos sobre el papel impreso y en sus páginas web. Iba a correr la tinta sobre las hojas de varios de los periódicos más diestros, que ya sabemos cuáles son, irritados y heridos en su orgullo por lo que iba a acontecer.
Un evento deportivo. Un partido de fútbol. Una final. Una final de la Copa del rey. Una final de la Copa del rey jugada por los dos equipos que más trofeos de este tipo tienen (ya se llamase de la Coronación, de Alfonso XIII, de la República, del Generalísimo, o del Rey).
¿Y?... ¡Ah! Acompañado de una pitada por parte de las aficiones vasca y catalana, unas 52.000 personas, a los 24 segundos del himno nacional.(esta vez reducido con respecto a 2009 y otras ediciones por la ausencia del rey por su rotura de cadera). Todo ello acompañado, precedido, provocado o ayudado de las declaraciones de Esperanza Agirre, la negación de Florentino Pérez de ceder el Bernabéu para el partido, las obras tras el peaje en la carretera de Burgos...
A pesar de los 100.000 vatios de potencia instalados para la ocasión que pretendían ensordecer a la afición aún a riesgo de la salud auditiva de quienes pudieran asistir al partido desde el palco, y del volumen de decibelios en TVE, "ganó" el 99% de los 52.000 presentes en el estadio. Aunque hubo de todo, entre tanta senyera e ikurrina cuenta Íñigo Urkullu en su blog que se vió alguna bandera española presente y cuentan que hubo algún grito de ‘Arriba España’ de algún ex-dirigente del PP vasco y cargo de representación popular.
"27 segundos de agravio", titula El Mundo, el diario pedrojotiano.
Se puede ver en portada las fotos de un seguidor del Athletic y dos del Barça,con la estelada, los cuales están silbando tratando de tapar el chuntachunta. En la letra pequeña malmete contra las aficiones por su actitud, y alaba a la presidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre, de quien la gente se acordó (cantando: "Esperanza, ¡hija de p***!") por sus polémicas declaraciones días anteriores, al inicio del partido.
La máxima de “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio” la cumplen sólo dos de los periódicos que vemos aquí: El País y La Vanguardia. Probablemente porque son más relevantes 90 minutos que poco más de 20 segundos inflados desde la política. Señores, ¡que era fútbol!
Un evento deportivo. Un partido de fútbol. Una final. Una final de la Copa del rey. Una final de la Copa del rey jugada por los dos equipos que más trofeos de este tipo tienen (ya se llamase de la Coronación, de Alfonso XIII, de la República, del Generalísimo, o del Rey).
¿Y?... ¡Ah! Acompañado de una pitada por parte de las aficiones vasca y catalana, unas 52.000 personas, a los 24 segundos del himno nacional.(esta vez reducido con respecto a 2009 y otras ediciones por la ausencia del rey por su rotura de cadera). Todo ello acompañado, precedido, provocado o ayudado de las declaraciones de Esperanza Agirre, la negación de Florentino Pérez de ceder el Bernabéu para el partido, las obras tras el peaje en la carretera de Burgos...
A pesar de los 100.000 vatios de potencia instalados para la ocasión que pretendían ensordecer a la afición aún a riesgo de la salud auditiva de quienes pudieran asistir al partido desde el palco, y del volumen de decibelios en TVE, "ganó" el 99% de los 52.000 presentes en el estadio. Aunque hubo de todo, entre tanta senyera e ikurrina cuenta Íñigo Urkullu en su blog que se vió alguna bandera española presente y cuentan que hubo algún grito de ‘Arriba España’ de algún ex-dirigente del PP vasco y cargo de representación popular.
"27 segundos de agravio", titula El Mundo, el diario pedrojotiano.
Se puede ver en portada las fotos de un seguidor del Athletic y dos del Barça,con la estelada, los cuales están silbando tratando de tapar el chuntachunta. En la letra pequeña malmete contra las aficiones por su actitud, y alaba a la presidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre, de quien la gente se acordó (cantando: "Esperanza, ¡hija de p***!") por sus polémicas declaraciones días anteriores, al inicio del partido.
"Los miles de personas que pitaron los símbolos de España ante millones de espectadores en televisión se comportaron como energúmenos y demostraron su condición cerril. Esperanza Aguirre fue objeto de graves insultos por las declaraciones en las que abogaba por suspender el partido si no se respetaban los símbolos y, seguramente, rindió así un favor a la Monarquía sirviendo como escudo del Rey, pese a que ninguno de los dos estaba en el campo”.
La Razón titula : "90 minutos de fútbol, 21 segundos de ultraje". Parece que contó mal también, será por eso de los recortes que reduce a 21 segundos la pitada. Añade informción tan fundamental como que "Don Juan Carlos siguió el partido por la televisión en Zarzuela".No, parece que es verdad que se le han quitado las ganas de viajes.
Mientras, el que era periodista de ABC hasta su famoso,-por polémico-,artículo del Cerdo vasco, Alfonso Ussía, está orgulloso de no haberlo visto y escupe esto en el papel:
"Sigo creyendo que algo falla en los tornillos de la sensibilidad de muchos españoles que son seguidores a ultranza del club antiespañol por excelencia, pero que sigue jugando la Liga nacional de fútbol y el Campeonato de España-Copa del Rey."
ABC sigue con su política de no seguir la línea de otros periódicos, y prefiere "no hacer publicidad" a eventos y sucesos que no lo merecen porque son "minoritarios". Será eso o que no le gustan y ya está. Sucedió por ejemplo con el 15M en el día de su aniversario y ha sucedido ahora con la pitada.
Sutilmente, como quien no quiere la cosa, sólo titula: "El Barcelona gana la Copa del Rey de España".
Por si no sabíamos donde reina don Juan Carlos.
Ya en la letra pequeña, entre otras cosas "Una vez más, la Corona actúa como símbolo de unidad y permanencia del Estado. Don Felipe desarrolla de forma ejemplar las funciones que le corresponden y estuvo, como siempre, a la altura de las circunstancias".
Queda claro que fue decisivo, el héroe del partido, sin duda.
La Gaceta, por su parte: "Firme Prícipe, poco himno y mucho Barça".
Nos hacen el favor de aclarárnoslo, pues a lo mejor no sabíamos descifrarlo, y lo hacen así:
“Era la Copa del Rey, por lo tanto la Copa de todos los españoles, pero los tentáculos sonoros del nacionalismo se empeñaron en eclipsarla con una pitada que tapó el himno nacional, aunque en TVE los acordes de la pieza se oyeron más fuertes que el silbido de los energúmenos”.
En definitiva se tilda la final de "acto político y no un partido de fútbol”.
Libertad Digital titula su pieza “Un recital de ofensas a los españoles”.
La Razón titula : "90 minutos de fútbol, 21 segundos de ultraje". Parece que contó mal también, será por eso de los recortes que reduce a 21 segundos la pitada. Añade informción tan fundamental como que "Don Juan Carlos siguió el partido por la televisión en Zarzuela".No, parece que es verdad que se le han quitado las ganas de viajes.
Mientras, el que era periodista de ABC hasta su famoso,-por polémico-,artículo del Cerdo vasco, Alfonso Ussía, está orgulloso de no haberlo visto y escupe esto en el papel:
"Sigo creyendo que algo falla en los tornillos de la sensibilidad de muchos españoles que son seguidores a ultranza del club antiespañol por excelencia, pero que sigue jugando la Liga nacional de fútbol y el Campeonato de España-Copa del Rey."
ABC sigue con su política de no seguir la línea de otros periódicos, y prefiere "no hacer publicidad" a eventos y sucesos que no lo merecen porque son "minoritarios". Será eso o que no le gustan y ya está. Sucedió por ejemplo con el 15M en el día de su aniversario y ha sucedido ahora con la pitada.
Sutilmente, como quien no quiere la cosa, sólo titula: "El Barcelona gana la Copa del Rey de España".
Por si no sabíamos donde reina don Juan Carlos.
Ya en la letra pequeña, entre otras cosas "Una vez más, la Corona actúa como símbolo de unidad y permanencia del Estado. Don Felipe desarrolla de forma ejemplar las funciones que le corresponden y estuvo, como siempre, a la altura de las circunstancias".
Queda claro que fue decisivo, el héroe del partido, sin duda.
La Gaceta, por su parte: "Firme Prícipe, poco himno y mucho Barça".
Nos hacen el favor de aclarárnoslo, pues a lo mejor no sabíamos descifrarlo, y lo hacen así:
“Era la Copa del Rey, por lo tanto la Copa de todos los españoles, pero los tentáculos sonoros del nacionalismo se empeñaron en eclipsarla con una pitada que tapó el himno nacional, aunque en TVE los acordes de la pieza se oyeron más fuertes que el silbido de los energúmenos”.
En definitiva se tilda la final de "acto político y no un partido de fútbol”.
Libertad Digital titula su pieza “Un recital de ofensas a los españoles”.
Podemos leer, la explicación, a nosotros lectores alejados del mundo lo catastrófico de la realidad que allí había: “Por otro lado, en la grada del estadio Vicente Calderón se vieron muchas banderas durante el partido. La mayoría eran banderas del País Vasco –la conocida como Ikurriña–, que portaban tanto los aficionados del Athletic de Bilbao como los del FC Barcelona, donde la bandera más ondeada fue la independentista catalana, conocida como Estelada”.